Me miras kon un rostro
ke es dulce y sereno,
sensual y agresivo a la vez;
y es esa dualidad de tu faz
la ke enkarna tu rewe ancestral,
milenario:
“Manke –Wala” le dicen a tu espíritu
y mi doble ser
-kuerpo y alma-
se komunika y magnetiza
ante ti
y no puedo más ke mirarte
y desear entregarme,
komo kien se interna en un boske
semioskuro y misterioso
-habitado de koiwes, lengas y pellines,
eternamente fragantes y húmedos,
rebosantes de vida y energía-
entonando himnos de gozo y amor,
sobre el wallmapu palpitante,
ke aún espera su liberación
de un engendro winka
llamado
civilización.
Luis Gavilán Rojas
Angol, enero de 2001
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