"Así, la Tierra no tiene un sentido utilitario para nosotros. Tomamos de ella lo que nos sirve en el breve paso por este mundo, sin esquilmarla, tal como ella nos toma -poco a poco- para transformarnos en agua, aire, fuego, verdor".
Somos apenas una parte más de la Naturaleza (Mapuche significa Gente de la Tierra) de la cual aprehendemos nuestra Palabra. Una parte más con todo lo esencial que ello implica en la reciprocidad. Por eso, nos dicen, debemos tomar de la Tierra sólo lo necesario para vivir. No somos utilitarios en el misterio de la vida. Así, la Tierra no tiene un sentido utilitario para nosotros. Tomamos de ella lo que nos sirve en el breve paso por este mundo, sin esquilmarla, tal como ella nos toma -poco a poco- para transformarnos en agua, aire, fuego, verdor. Nos están diciendo nuestros Mayores.
"Los indígenas de Chile eran pues escasos, salvo en la región sur del valle longitudinal, esto es, en lo que después se llamó Araucanía (donde) sólo el antropólogo de profesión puede discernir los vestigios de la sangre aborigen, en las más bajas capas del pueblo", dice un documento de presentación de la chilenidad surgido luego de la "celebración" del Centenario del Estado chileno; "documento que aún circula en Europa", me dijo una estudiante francesa hace unas semanas.
"El desdén si no el desprecio por el legado indígena y, por lo tanto, el desconocimiento de nuestra verdadera historia, del pasado glorioso de los araucanos como luchadores en la defensa de su territorio, invocado por los hermanos Carrera, por O'Higgins y Mariano Egaña en los días de nuestra independencia, y que luego la oligarquía dominante olvidó rápidamente al asumirse como europea y blanca, atributo que insufló en el ejército, principal instrumento del cuidado de los intereses de aquélla, el cual hasta hoy jamás ha aludido a los primeros habitantes en las numerosas y tediosas efemérides patrióticas, otra causa concomitante, de nuestra magra, zozobrante y menospreciada identidad", dice el escritor -descendiente de la aristocracia chilena- Jaime Valdivieso. Y agrega: "El filósofo mexicano Luis Villoro en un ensayo sobre el sentido y contenido de la experiencia de la identidad, señala algunos puntos claves respecto a este fenómeno tan escurridizo que se relaciona precisamente con la valoración del pasado y su significación espiritual y cultural. La identidad es algo que puede faltar, ponerse en duda, confundirse, aunque el sujeto permanezca. Su ausencia atormenta, desasosiega; alcanzar la propia identidad es, en cambio, prenda de paz y seguridad interior. La identidad responde, en este segundo nivel de sentido, a una necesidad profunda, está cargada de valor. Los enunciados descriptivos no bastan para definirla".
Jorge Luchsinger, latifundista, descendiente de colonos suizos (recibidos ventajosamente por el Estado luego de la ocupación violenta del País Mapuche), parte ahora de la etnia chilena, luego de un nuevo atentado -¿o autoatentado?- a su hacienda (custodiada las 24 horas del día por treinta carabineros, según lo señalado a los medios por el general Jara), afirmó: "No es posible que entreguen tierras a mapuches... va a ser una miseria absoluta, porque ellos no trabajan. No se va a resolver el problema. No van a dejar de ser miserables. ¿Usted ha visto cómo están los campos que les ha comprado el Estado? ¡No queda nada, ni un árbol parado, no producen nada! El indio no ha trabajado nunca. El mapuche es un depredador, no tiene capacidad intelectual, no tiene voluntad, no tiene medios económicos, no tiene insumos, no tiene nada... El mapuche es ladino, es torcido, desleal y abusador". "Si hay que sacarlos a balazos, se los saca no más", agregó después.
Manuel Riesco, presidente del Consorcio Agrícola del Sur: "Si el Gobierno no actúa, vamos a tener que actuar nosotros para defendernos, pero no vamos a seguir aceptando esta desidia que está haciendo el Gobierno". El grupo paramilitar Comando Hernán Trizano, ha declarado: "Estamos dispuestos a empezar una represalia contra los señores indígenas, en defensa de los agricultores, las forestales y las empresas hidroeléctricas...".
¿Chile un país moderno y en vías de desarrollo? ¿Qué desarrollo? ¿Cuál desarrollo? Mvna weñagkvn mu! ¡Qué tristeza!
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