
30 de agosto, 2005
Las cifras de la Oremi parecen tranquilizadoras. Agua caída en las últimas 24 horas: 22,8 milímetros. Viento norte con 8 nudos (cerca de 15 kilómetros por hora).
Pero tras ellas, se oculta otro drama, menos cruel que las inundaciones, pero igualmente difícil. El de la falta de forraje y alimentos que viven, una vez más, las comunidades indígenas de Lonquimay.
De hecho, éste es el único punto preocupante del informe gubernamental que da cuenta de mil 500 personas semiaisladas en aquella comuna cordillerana.
CORDILLERA
El alcalde, Guillermo Vásquez, viajó a Temuco con todo su concejo comunal a dar cuenta de la grave situación de su comuna, afirmó, sometida desde el viernes a fuertes lluvias, vientos y la caída de 20 centímetros de nieve. El invierno se adelantó este año un mes, lo que ha hecho muy aguda la falta de forraje, pese a los cientos de hectáreas de cebada plantadas en la cordillera durante los últimos años y que amortiguaron las graves consecuencias de este invierno.
Vásquez hizo ver que la falta de forraje podría provocar graves consecuencias en la época de pariciones -entre septiembre y noviembre- produciéndose abortos espontáneos, retención de placentas, mortandad de las crías nacidas, trastornos reproductivos y mortalidad de hembras débiles.
Pero tras ellas, se oculta otro drama, menos cruel que las inundaciones, pero igualmente difícil. El de la falta de forraje y alimentos que viven, una vez más, las comunidades indígenas de Lonquimay.
De hecho, éste es el único punto preocupante del informe gubernamental que da cuenta de mil 500 personas semiaisladas en aquella comuna cordillerana.
CORDILLERA
El alcalde, Guillermo Vásquez, viajó a Temuco con todo su concejo comunal a dar cuenta de la grave situación de su comuna, afirmó, sometida desde el viernes a fuertes lluvias, vientos y la caída de 20 centímetros de nieve. El invierno se adelantó este año un mes, lo que ha hecho muy aguda la falta de forraje, pese a los cientos de hectáreas de cebada plantadas en la cordillera durante los últimos años y que amortiguaron las graves consecuencias de este invierno.
Vásquez hizo ver que la falta de forraje podría provocar graves consecuencias en la época de pariciones -entre septiembre y noviembre- produciéndose abortos espontáneos, retención de placentas, mortandad de las crías nacidas, trastornos reproductivos y mortalidad de hembras débiles.
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