
Para conocer la evaluación que realiza Wallmapuwen de los recientes anuncios de Michelle Bachelet sobre Política Indígena, conversamos con Gustavo Quilaqueo en Temuko. El dirigente no duda en calificar lo anunciado por la Presidenta como "débil, contradictorio y a todas luces insuficiente". Por ello ve necesario elaborar una agenda propia como pueblo, para avanzar autónomamente en aquellos puntos que el gobierno teme abordar.
Por Pedro CAYUQUEO / Martes 8 de Mayo de 2006
- Gustavo Quilaqueo,
Presidente de Wallmapuwen.
Foto de Pablo Díaz.
TEMUKO / Gustavo Quilaqueo es Presidente de Wallmapuwen y miembro del Comité Político de la Coordinación de Organizaciones Mapuche (COM), este último un referente donde han confluido importantes organizaciones territoriales desde Arauco hasta la provincia de Aysén. Su prueba de fuego la tuvieron en los pasados Debates Nacionales sobre Políticas Indígenas, impulsado por la Presidenta Michelle Bachelet y cuyos anuncios dio a conocer la primera mandataria el pasado 30 de abril en La Moneda Para conocer su evaluación de los anuncios de la Presidenta y también el estado de avance en la conformación del partido mapuche que encabeza, Azkintuwe entrevistó al dirigente en Temuko.- Cuál es la evaluación que hacen de los anuncios de la Presidenta.- Primero un discurso débil, contradictorio y a todas luces insuficiente. Las propuestas en concreto las estamos evaluando, pero no vienen a ser nada novedoso. Nosotros, como parte de la COM presentamos una propuesta política a la presidenta en La Moneda con el objetivo de avanzar hacia una nueva relación con el estado y lo que se nos ha anunciado claramente no es eso. Fueron anuncios alejados de aquellos elementos políticos que fueron generados por la COM en el Trawün de Quepe. Y todavía mucho más de los planteamientos autonómicos que como Wallmapuwen hemos desarrollado y que están plasmados en nuestro programa político.- No sirvieron de mucho los informes de Naciones Unidas y otros organismos que recomendaban al gobierno un cambio en sus políticas.- Pareciera ser que no. La verdad sorprende que el anuncio presidencial ni siquiera recoja el espíritu humanista de las observaciones que estos organismos internacionales le han realizado al estado chileno. Uno se pregunta entonces si esto no será reflejo de la incapacidad crónica de la Concertación gobernante y de la clase política en general, de comprender a cabalidad el trasfondo histórico de nuestras demandas como pueblo y de concebir una manera distinta, avanzada, democrática, de relacionarnos como pueblos distintos, pero que habitamos un mismo territorio. Surge legítimamente esa duda, esa interrogante, más aun cuando vemos que persisten los atropellos a los derechos humanos en el Wallmapu y la propia mandataria ni siquiera de manera simbólica abordó en su anuncio el tema de los derechos humanos, que preocupa a muchos en la zona sur.- ¿Ustedes plantearon este último tema en los debates? La criminalización de la demanda mapuche continúa en zonas como Lleu Lleu y Ercilla.- Claramente lo planteamos. Más aun, incorporamos en la propuesta que se sancionó en Quepe varios puntos que hacían referencia a la grave situación de vulneración de derechos que sufre nuestro pueblo. Y no hablo de aquellos derechos colectivos que nos asisten como pueblo y que también incorporamos, sino de la vulneración en Chile de derechos humanos básicos, como el libre tránsito, el derecho a un debido proceso, la libertad de reunión, el derecho a manifestarse, etc. Hicimos patente todo esto y por ello planteamos la liberación de los presos políticos mapuche, establecer mecanismos de reparación para los afectados por la persecución del estado, derogar la Ley Antiterrorista, la desmilitarización de las comunidades y otras medidas. Lamentablemente nada de aquello oímos en el discurso de la presidenta.
- Algunas organizaciones vinculadas a la COM han destacado el punto donde Bachelet habla de incrementar la “participación política” indígena.- Si, dentro de la generalidad del anuncio se puede destacar aquel punto que habla de abrir espacios a la participación política indígena, pero también es algo que queda muy difuso. Más bien pareciera una declaración de intenciones de la Presidenta y eso no es aceptable de alguien que gobierna un país, menos tras un año de debates y 17 años de relación conflictiva entre el estado y nosotros los mapuche. Aun así, como Wallmapuwen creemos que ese vacío o no definición de una propuesta concreta o agenda que aterrice esas “buenas intenciones”, abre una puerta para que el movimiento mapuche tome la iniciativa, elaborando quizás una propuesta propia en materia de participación política. Contamos hoy con los equipos técnicos para hacerlo. Lo claro es que no podemos depender más de los tiempos del ejecutivo. - Hay anuncios que se repiten desde la administración de Patricio Aylwin.- Somos conscientes de ello y de allí la molestia que algunos dirigentes plantearon el día de los anuncios en La Moneda. El reconocimiento constitucional y la ratificación del Convenio 169 se han venido repitiendo como promesa en todos los gobiernos de la Concertación. En todos, sin excepción. Y otros anuncios en materia de modificación de leyes sectoriales o mayores presupuestos para programas de asistencialismo son parte de lo que el gobierno debe hacer, lo ordena la Ley Indígena. Que el gobierno anuncie algunas medidas que son calcadas de lo prometido por Aylwin en Nueva Imperial el año 1989, da cuenta de lo poco que se ha logrado avanzar en estas materias en el país. Da cuenta de que la democracia chilena está en deuda con el pueblo mapuche.- ¿Imposible hablar de “nueva política indígena”?.- Es una continuidad pero con matices, porque tampoco podemos negar que el tema de la participación política indígena hasta hace unos años no era tema. No existía. Todo se reducía a presupuestos para paliar situaciones de pobreza y lo más avanzado podríamos decir que era la política de compra de tierras. Hoy ha sido el movimiento mapuche quien ha puesto el tema de la participación política sobre la mesa de conversación y eso es un avance. El resto, se persiste en aquel indigenismo clásico que ha caracterizado a Chile, que nos ve más bien como un sector más necesitado de asistencialismo y no como un pueblo, con derechos que subyacen a esta condición. De allí que se anuncie con tanta parafernalia que habrá más plata para programas y subsidios, lo que para nosotros no es el tema de fondo y lo dejamos claramente establecido en las conversaciones con la ministra Hardy >> Continúa...
LEER ENTREVISTA COMPLETA EN >> www.azkintuwe.org
- Algunas organizaciones vinculadas a la COM han destacado el punto donde Bachelet habla de incrementar la “participación política” indígena.- Si, dentro de la generalidad del anuncio se puede destacar aquel punto que habla de abrir espacios a la participación política indígena, pero también es algo que queda muy difuso. Más bien pareciera una declaración de intenciones de la Presidenta y eso no es aceptable de alguien que gobierna un país, menos tras un año de debates y 17 años de relación conflictiva entre el estado y nosotros los mapuche. Aun así, como Wallmapuwen creemos que ese vacío o no definición de una propuesta concreta o agenda que aterrice esas “buenas intenciones”, abre una puerta para que el movimiento mapuche tome la iniciativa, elaborando quizás una propuesta propia en materia de participación política. Contamos hoy con los equipos técnicos para hacerlo. Lo claro es que no podemos depender más de los tiempos del ejecutivo. - Hay anuncios que se repiten desde la administración de Patricio Aylwin.- Somos conscientes de ello y de allí la molestia que algunos dirigentes plantearon el día de los anuncios en La Moneda. El reconocimiento constitucional y la ratificación del Convenio 169 se han venido repitiendo como promesa en todos los gobiernos de la Concertación. En todos, sin excepción. Y otros anuncios en materia de modificación de leyes sectoriales o mayores presupuestos para programas de asistencialismo son parte de lo que el gobierno debe hacer, lo ordena la Ley Indígena. Que el gobierno anuncie algunas medidas que son calcadas de lo prometido por Aylwin en Nueva Imperial el año 1989, da cuenta de lo poco que se ha logrado avanzar en estas materias en el país. Da cuenta de que la democracia chilena está en deuda con el pueblo mapuche.- ¿Imposible hablar de “nueva política indígena”?.- Es una continuidad pero con matices, porque tampoco podemos negar que el tema de la participación política indígena hasta hace unos años no era tema. No existía. Todo se reducía a presupuestos para paliar situaciones de pobreza y lo más avanzado podríamos decir que era la política de compra de tierras. Hoy ha sido el movimiento mapuche quien ha puesto el tema de la participación política sobre la mesa de conversación y eso es un avance. El resto, se persiste en aquel indigenismo clásico que ha caracterizado a Chile, que nos ve más bien como un sector más necesitado de asistencialismo y no como un pueblo, con derechos que subyacen a esta condición. De allí que se anuncie con tanta parafernalia que habrá más plata para programas y subsidios, lo que para nosotros no es el tema de fondo y lo dejamos claramente establecido en las conversaciones con la ministra Hardy >> Continúa...
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