02 de marzo, 2008
Uno de los siete integrantes del secretariado de la guerrilla, considerado el posible heredero de Manuel “Tirofijo” Marulanda, murió durante la madrugada del sábado en una acción militar. “Es el golpe más contundente que se le ha dado a ese grupo terrorista”, dijo el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos.
"En una operación conjunta de las fuerzas militares y la policía nacional fue dado de baja alias Raúl Reyes, miembro del secretariado de las FARC, y es el golpe más contundente que se le ha dado a ese grupo terrorista hasta el momento", informó el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, en una conferencia de prensa.
En la operación militar, que se realizó en la medianoche del viernes en la zona fronteriza del río Putumayo, murieron 17 guerrilleros y un soldado colombiano, según dijo Santos. El ministro explicó también que el campamento donde se encontraba Reyes estaba ubicado en el lado ecuatoriano, a 1.800 metros de la frontera, pero precisó que las tropas atacaron desde su país.
"La Fuerza Aérea Colombiana procedió a atacar el campamento, desde el lado colombiano, teniendo siempre en cuenta la orden de no violar el espacio aéreo ecuatoriano", manifestó. "Una vez bombardeado el campamento, se ordenó que fuerzas colombianas entraran para asegurar el área y poder neutralizar al enemigo. Se le pidió, además, a la policía, que la mantuviera asegurada hasta que llegaran las autoridades ecuatorianas", agregó.
Una fuente militar explicó que Reyes fue detectado gracias a un informante y a una llamada que hizo desde su teléfono satelital. El jefe guerrillero, agregó, primero resultó herido en la pierna derecha por las esquirlas de una bomba lanzada desde un avión, y luego fue baleado, desde tierra, mientras cuatro integrantes de su guardia personal intentaban transportarlo.
SUCESOR DE TIROFIJO
Según una fuente de Gobierno, el Presidente Álvaro Uribe siguió con ansiedad y despierto durante la noche el desenlace del operativo, y en la mañana se comunicó con su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, para explicarle la situación. "La conversación fue muy cordial. El Presidente explicó la situación y el señor Presidente Correa admitió que Reyes pudo haber estado infiltrado en territorio de su país", dijo el vocero presidencial, César Velásquez.
El propio Mandatario ecuatoriano confirmó la situación, tras hablar en vivo con su colega durante su programa radial. "Era el Presidente Uribe para informarme que en la madrugada de hoy se dieron combates muy fuertes en la zona del Putumayo entre el Ejército de Colombia y las FARC", dijo al aire Correa.
Según el ministro Santos, el cuerpo de Reyes y de un acompañante "fueron trasladados a territorio colombiano, para evitar que las FARC intentaran recuperarlos, y se encuentran en poder de las autoridades colombianas".
Reyes, de 59 años y cuyo verdadero nombre era Luis Edgar Devia, había sido dirigente del sindicato local de la multinacional Nestlé en el departamento de Caquetá, al sur de Colombia, hasta que tomó las armas a mediados de los años setenta. Por aquellos años se convirtió también en compañero sentimental de Olga Marín, la hija del líder de la guerrilla Manuel Marulanda, "Tirofijo". En los últimos años había oficiado como portavoz de las FARC, además de responsable de finanzas, jefe de propaganda y encargado del frente internacional, y su nombre había sido mencionado junto con el de Alfonso Cano, otro dirigente rebelde, entre los posibles sucesores del septuagenario Tirofijo.
Reyes cuyo prontuario judicial incluía más de 25 órdenes de detención, algunas por rebelión, asesinato y secuestro es el primer integrante de los siete del secretariado de las FARC que muere en combate. Dicho secretariado, encabezado por Marulanda, coordina las acciones de unos 17 mil hombres y los 60 frentes que conforman a la principal guerrilla colombiana, creada en 1964 por un grupo de campesinos en la región de Marquetalia.
A finales del año pasado, Reyes se reunió en el sur de Colombia con la congresista del opositor Partido Liberal, Piedad Córdoba, que entonces ejercía como mediadora para buscar un canje de 43 rehenes de las FARC entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres estadounidenses por rebeldes presos.
NEGOCIACIONES EN DUDA
Tras conocerse la muerte del cabecilla guerrillero, dirigentes oficialistas y de la Iglesia Católica señalaron que la muerte de Reyes debería llevar a las FARC a buscar una salida incruenta al prolongado conflicto colombiano.
"El único camino que les queda es la negociación", dijo el presidente del oficialista Partido Conservador, Efraín Cepeda. "Las FARC deben iniciar ya en serio un proceso de paz que ponga término a esta larga pesadilla que ha vivido Colombia", coincidió el secretario de la Conferencia Episcopal colombiana, monseñor Fabián Marulanda.
Sin embargo, el dirigente comunista colombiano Carlos Lozano estimó que la muerte de Reyes será un duro golpe a una salida negociada del conflicto armado. "Es sin duda un golpe muy duro para las FARC en este momento, y creo que es un golpe también a todos estos procesos políticos de negociación. Pero no creo que se vaya a suspender [la intención de negociar]", señaló Lozano, director del semanario "Voz".
En todo caso, el ex marido y padre de los hijos de la secuestrada ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, Fabrice Delloye, estimó que la muerte de Reyes, que calificó de "hecho de guerra", no tendría consecuencias para los rehenes. "En ningún caso puedo pensar que la guerrilla pudiese tomar represalias contra los rehenes, pues quedaría completamente descalificada, y siempre las FARC han dicho que los secuestrados son prisioneros de guerra", insistió Delloye. "Nadie puede felicitarse por la muerte de un hombre", agregó, considerando que este suceso debía reforzar la búsqueda de soluciones humanitarias y pacíficas. LND
En la operación militar, que se realizó en la medianoche del viernes en la zona fronteriza del río Putumayo, murieron 17 guerrilleros y un soldado colombiano, según dijo Santos. El ministro explicó también que el campamento donde se encontraba Reyes estaba ubicado en el lado ecuatoriano, a 1.800 metros de la frontera, pero precisó que las tropas atacaron desde su país.
"La Fuerza Aérea Colombiana procedió a atacar el campamento, desde el lado colombiano, teniendo siempre en cuenta la orden de no violar el espacio aéreo ecuatoriano", manifestó. "Una vez bombardeado el campamento, se ordenó que fuerzas colombianas entraran para asegurar el área y poder neutralizar al enemigo. Se le pidió, además, a la policía, que la mantuviera asegurada hasta que llegaran las autoridades ecuatorianas", agregó.
Una fuente militar explicó que Reyes fue detectado gracias a un informante y a una llamada que hizo desde su teléfono satelital. El jefe guerrillero, agregó, primero resultó herido en la pierna derecha por las esquirlas de una bomba lanzada desde un avión, y luego fue baleado, desde tierra, mientras cuatro integrantes de su guardia personal intentaban transportarlo.
SUCESOR DE TIROFIJO
Según una fuente de Gobierno, el Presidente Álvaro Uribe siguió con ansiedad y despierto durante la noche el desenlace del operativo, y en la mañana se comunicó con su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, para explicarle la situación. "La conversación fue muy cordial. El Presidente explicó la situación y el señor Presidente Correa admitió que Reyes pudo haber estado infiltrado en territorio de su país", dijo el vocero presidencial, César Velásquez.
El propio Mandatario ecuatoriano confirmó la situación, tras hablar en vivo con su colega durante su programa radial. "Era el Presidente Uribe para informarme que en la madrugada de hoy se dieron combates muy fuertes en la zona del Putumayo entre el Ejército de Colombia y las FARC", dijo al aire Correa.
Según el ministro Santos, el cuerpo de Reyes y de un acompañante "fueron trasladados a territorio colombiano, para evitar que las FARC intentaran recuperarlos, y se encuentran en poder de las autoridades colombianas".
Reyes, de 59 años y cuyo verdadero nombre era Luis Edgar Devia, había sido dirigente del sindicato local de la multinacional Nestlé en el departamento de Caquetá, al sur de Colombia, hasta que tomó las armas a mediados de los años setenta. Por aquellos años se convirtió también en compañero sentimental de Olga Marín, la hija del líder de la guerrilla Manuel Marulanda, "Tirofijo". En los últimos años había oficiado como portavoz de las FARC, además de responsable de finanzas, jefe de propaganda y encargado del frente internacional, y su nombre había sido mencionado junto con el de Alfonso Cano, otro dirigente rebelde, entre los posibles sucesores del septuagenario Tirofijo.
Reyes cuyo prontuario judicial incluía más de 25 órdenes de detención, algunas por rebelión, asesinato y secuestro es el primer integrante de los siete del secretariado de las FARC que muere en combate. Dicho secretariado, encabezado por Marulanda, coordina las acciones de unos 17 mil hombres y los 60 frentes que conforman a la principal guerrilla colombiana, creada en 1964 por un grupo de campesinos en la región de Marquetalia.
A finales del año pasado, Reyes se reunió en el sur de Colombia con la congresista del opositor Partido Liberal, Piedad Córdoba, que entonces ejercía como mediadora para buscar un canje de 43 rehenes de las FARC entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres estadounidenses por rebeldes presos.
NEGOCIACIONES EN DUDA
Tras conocerse la muerte del cabecilla guerrillero, dirigentes oficialistas y de la Iglesia Católica señalaron que la muerte de Reyes debería llevar a las FARC a buscar una salida incruenta al prolongado conflicto colombiano.
"El único camino que les queda es la negociación", dijo el presidente del oficialista Partido Conservador, Efraín Cepeda. "Las FARC deben iniciar ya en serio un proceso de paz que ponga término a esta larga pesadilla que ha vivido Colombia", coincidió el secretario de la Conferencia Episcopal colombiana, monseñor Fabián Marulanda.
Sin embargo, el dirigente comunista colombiano Carlos Lozano estimó que la muerte de Reyes será un duro golpe a una salida negociada del conflicto armado. "Es sin duda un golpe muy duro para las FARC en este momento, y creo que es un golpe también a todos estos procesos políticos de negociación. Pero no creo que se vaya a suspender [la intención de negociar]", señaló Lozano, director del semanario "Voz".
En todo caso, el ex marido y padre de los hijos de la secuestrada ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, Fabrice Delloye, estimó que la muerte de Reyes, que calificó de "hecho de guerra", no tendría consecuencias para los rehenes. "En ningún caso puedo pensar que la guerrilla pudiese tomar represalias contra los rehenes, pues quedaría completamente descalificada, y siempre las FARC han dicho que los secuestrados son prisioneros de guerra", insistió Delloye. "Nadie puede felicitarse por la muerte de un hombre", agregó, considerando que este suceso debía reforzar la búsqueda de soluciones humanitarias y pacíficas. LND
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