"¡No me bajan nica por secretaría!", dijo a La Cuarta Aucán Huilcamán, quien denunció una conspiración de los huincas para desmontarlo del macho que debe llevarlo, derechito a la ruca de La Moneda. Sus peores enemigas han sido, dijo, las muñecas de oro de los notarios.
Gurú mapucheli denuncia conspiración en su contra del oficialismo y los señores notarios.
Manuel Vega O
www.cuarta.cl
Desde que Diego de Almagro y Pedro de Valdivia iniciaron la conquista de Chile que los mapuches no tenían voz ni voto en su tierra.
A cinco siglos de la invasión de los pepes, los indígenas levantaron candidato, pero de golpe y porrazo, por razones técnicas, el Servicio Electoral, le bajó la pluma a Aucán Huilcamán, werkén del Consejo de Todas las Tierras y primer candidato a la Presidencia de la República de los habitantes originarios de Chile.
No lo bajan
El cacique está con las mechas tiesas y asegura que existe una conspiración en su contra que desató el sistema político del oficialismo justo antes de Fiestas Patrias, para acallar con chicha y chancho las protestas de huincas y peñis.
"Las cerca de 40 mil firmas no están suficientemente judicializadas porque los notarios hicieron lo imposible para que no pudiera cumplir con la ley. Me cobraban cerca de 80 millones por la diligencia. Algunos me dijeron que no tenían tiempo, otros me pidieron que les contratara personal extraordinario para fiscalizar el proceso, o que les pagara dos lucas por adelantado por cada mosca. Presenté cuatro recursos de protección, y las Cortes de Apelaciones de Rancagua, Concepción y Temuco fallaron que se estaban violando mis derechos constitucionales", pataleó.
Para retomar su camino hacia el sillón de O'Higgins, Huilcamán le pedirá el martes a los cuatro candidatos que calificaron que le presten ropa.
"Si los moros y los cristianos acordaron una ley express para salvar a la Democracia Cristiana después del condoro que se mandaron hace algunos años , ¿por qué en esta ortunidad no podrían lograr lo mismo en menos de 24 horas en beneficio de los mapuches? ¿O somos chilenos de tercera categoría?", se pregunta el werkén.
Foto: La Cuarta-Patricio Lepin
Manuel Vega O
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Desde que Diego de Almagro y Pedro de Valdivia iniciaron la conquista de Chile que los mapuches no tenían voz ni voto en su tierra.
A cinco siglos de la invasión de los pepes, los indígenas levantaron candidato, pero de golpe y porrazo, por razones técnicas, el Servicio Electoral, le bajó la pluma a Aucán Huilcamán, werkén del Consejo de Todas las Tierras y primer candidato a la Presidencia de la República de los habitantes originarios de Chile.
No lo bajan
El cacique está con las mechas tiesas y asegura que existe una conspiración en su contra que desató el sistema político del oficialismo justo antes de Fiestas Patrias, para acallar con chicha y chancho las protestas de huincas y peñis.
"Las cerca de 40 mil firmas no están suficientemente judicializadas porque los notarios hicieron lo imposible para que no pudiera cumplir con la ley. Me cobraban cerca de 80 millones por la diligencia. Algunos me dijeron que no tenían tiempo, otros me pidieron que les contratara personal extraordinario para fiscalizar el proceso, o que les pagara dos lucas por adelantado por cada mosca. Presenté cuatro recursos de protección, y las Cortes de Apelaciones de Rancagua, Concepción y Temuco fallaron que se estaban violando mis derechos constitucionales", pataleó.
Para retomar su camino hacia el sillón de O'Higgins, Huilcamán le pedirá el martes a los cuatro candidatos que calificaron que le presten ropa.
"Si los moros y los cristianos acordaron una ley express para salvar a la Democracia Cristiana después del condoro que se mandaron hace algunos años , ¿por qué en esta ortunidad no podrían lograr lo mismo en menos de 24 horas en beneficio de los mapuches? ¿O somos chilenos de tercera categoría?", se pregunta el werkén.
Foto: La Cuarta-Patricio Lepin
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