Héctor Llaitul, Preso Mapuche: "No hemos atentado contra la vida de nadie".

31-08-2010
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Héctor Llaitul, Preso Mapuche: "No hemos atentado contra la vida de nadie".

En la Cárcel El Manzano, el comunero que arriesga una doble condena de 130 años en la justicia civil y 25 años en la justicia militar, nos entregó su versión. Revisa fotos exclusivas de los Mapuches en huelga de hambre. Por Paula Venegas. http://www.elmartutino.cl/admin/render/noticia/23795

Pasadas las 13:00 horas y tras el riguroso control de Gendarmería, recorrí el gimnasio de la cárcel con destino al módulo 9, y en el comedor nos encontramos con Héctor Llaitul, en una de las últimas mesas del comedor aprovechando el horario de visitas. En la pared al lado de la ventana, está pegada la bandera mapuche. Héctor, no está solo, está junto con su esposa, Pamela, y dos de sus 5 hijos. Nos sentamos y se le nota físicamente los 19 kilos que él ha bajado desde que empezó la huelga de hambre junto a los otros cuatro comuneros mapuche: Luis Guillermo Menares Chamilao, Ramón Esteban Llanquileo Pilquiman, José Santiago Huenuche Reiman y Jonathan Sady Huillical Méndez, con quienes están privados de libertad desde el año 2009. Héctor, arriesga 130 años de cárcel civil en la investigación del Ministerio Público y se le están imputando cargos, los cuales enumera con sus manos, ocupando 8 de los 10 dedos. Entre los cargos más graves está asociación ilícita terrorista pero también arriesga 25 años por parte de la justicia militar. Pero también están los 25 años que el Fiscal Militar, Fernando Grandon, le está imputando por daño Este líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) da su versión de la historia que lo tiene hace 51 días en huelga de hambre. “Nosotros estamos alimentándonos con mate, hierbas medicinales y medicina mapuche. Pero ya agotamos las reservas propias del cuerpo como la grasa, los más jóvenes ya están mostrando fatiga en términos físicos y se han descompensado. Pero nos mantenemos firmes. La Derecha siempre ha tenido poder y les faltaba el poder político y ya lo tienen. Los medios nos han silenciado porque les conviene que no se sepa pero saben y la gente sabe que la huelga es justa.” Frente a nosotros hay una olla con piñones, la señora y sus hijos salen al patio a jugar, él no prueba piñones o el mate, y continúa: “Los mapuche estamos jodidos, nos muestran como los terroristas. ¿Cómo hacemos la contraparte?. No nos consideramos terroristas porque no hemos matado a nadie. “Nosotros no estamos siendo héroes o grandes personas. Si hubo un enfrentamiento asumiremos por eso pero no por ser terroristas. Nos tiraron la ley antiterrorista, 36 testigos encubiertos, que no sabemos quiénes son y pueden mentir con facilidad.” La sangre mapuche y el orgullo propio de una comunidad que venció a los españoles, la misma que corre por sus venas, convierte cada palabra en una bandera de lucha por un juicio justo. “Lo que estamos pidiendo, no lo vean como una actitud humillante, lo que queremos es un juicio justo para por lo menos defendernos. No hemos atentando contra la vida de nadie.” Aclara que la misma ley antiterrorista, protege más a las propiedades que a las personas y se defiende: “Nosotros si hemos hecho algo ha sido a las propiedades, no poniendo en riesgo a la vida de las personas. Nosotros no atacamos, nos defendemos de cuando la militarización ingresa en nuestros terrenos.”. “Nosotros queremos saber si no tienen pruebas, no teniendo testigos el fiscal ¿Cómo acusar a alguien sin tener cómo?.” Su señora toca la ventana, le pide una agenda y él se la pasa, le dice que en un ratito más irá para allá. Le pregunto que pasará con la resolución que tiene gendarmería para alimentarlos por la fuerza en caso de que sea necesario y responde: “Detrás de la idea de sacarnos sangre, pensamos que es para crear pruebas. Así que nos vamos a oponer. Pero Gendarmería tiene la resolución pero no pueden alimentarnos por la fuerza, pero hay que ver que dice la parte médica”. Héctor se despide, diciendo que quiere aprovechar de estar con su familia. Se para de la mesa y dice que volverá pronto. Se va caminando al patio a ver a su esposa y sus dos hijos. ¿Dónde nos volveremos a ver?.

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